La máxima calidad siempre ha figurado de manera destacada entre los valores de nuestra empresa, no en vano venimos superando con éxito todas las auditorías de las marcas de automoción a escala global y cada referencial desde el inicio en 1998 con la certificación UNE-EN-ISO9002.
Por este motivo desde el mismo momento en que supimos que la norma IATF sustituiría a las normas anteriores como referente de calidad para los mejores proveedores de automoción no dudamos en formamos en todos los criterios que la nueva norma introducía. La fecha de entrada en vigor obligatoria de la IATF era muy posterior a nuestra necesidad de renovación, por lo que al principio de 2017 debíamos decidir si continuar un año más con el ya certificado referencial anterior (ISO/TS 16949) o por el contrario adelantar la certificación con el gran esfuerzo e incertidumbre que un cambio así suponía después de 25 años.
Para la toma de esta decisión volvimos a los cimientos (nuestros valores) y entonces no dudamos: si la nueva certificación debía ayudarnos a subir un escalón más de excelencia de gestión y ayudarnos en nuestros resultados, porqué esperar.
Durante seis meses todos los equipos de EISA han trabajado en la actualización de nuestro Sistema de Calidad, implementando políticas y adaptando registros que hasta ahora no se requerían para poder estar listos el día D que habíamos marcado al inicio de Septiembre 2017.
La entidad de certificación TÜV aplaudió nuestra decisión y nos animó como una de las primeras de sus empresas en pasar la IATF; por fin hoy estamos de enhorabuena porque acabamos de recibir los certificados IATF y ya disfrutamos desde hace seis meses de una garantía de calidad de primeros de la clase.